Carlos Prego
Editor - MagnetHubo un tiempo en el que si uno iba al supermercado a comprar turrón podía escoger entre el blando y el duro, el de chocolate, yema tostada, almendras o quizás (con suerte) caramelo. La oferta era más o menos limitada, igual que la capacidad de las turroneras para sorprendernos. Hoy no. En los últimos años el sector se ha lanzado a experimentar con sabores tan insospechados como el jamón, patatas, vino o mojito, entre un largo (larguísimo) etcétera de sabores y texturas.
Ahora esa espiral de experimentación ha llevado a una de las compañías más conocidas de España a ir un paso más allá y vender turrón para mascotas.
¿Turrones para perros? Turrones para perros. Esa es la apuesta que acaba de lanzar Confectionary Holding, la compañía que está detrás de marcas de postres navideños tan conocidas como 1880, Doña Jimena o El Lobo. En plena fiebre de la experimentación turronera (un fenómeno que se remonta varios años atrás) la firma ha decidido ir un paso más allá y arriesgarse de una forma diferente.
Su apuesta no busca solo sabores o texturas nuevas, sino un público distinto al habitual: las mascotas. De ahí que su catálogo acabe de ampliarse con una línea de polvorones y turrones elaborados específicamente para canes. Los dulces pueden consultarse ya en la web de El Lobo, donde se comercializan tabletas de turrón de 85 gramos por 4,99 euros, el mismo precio que la caja de polvorones de 120 g.
¿Y cómo son? La empresa ha lanzado tres productos. Dos variedades de turrón crunchy, elaborado con coco o zanahoria, y unos polvorones a base de arroz. En los tres casos la compañía insiste en que los snacks están cocinados con ingredientes naturales, no incluyen azúcares añadidos y (en el caso de los turrones) están diseñados con una textura crujiente pensada precisamente para los canes.
Efe precisa que solo incluyen una pequeña cantidad de miel y que los paquetes concretan la cantidad que puede ingerir cada perro, en función de su tamaño.
Pero… ¿Por qué? Porque, asegura Rubén López, director general de Confectionary Holding, durante las Navidades "nos juntamos con los amigos y allegados y las macotas forman parte de la familia". La idea es sencilla: trasladar la experiencia de las fiestas y los dulces navideños al mercado de los animales de compañía, un nicho que otras compañías del sector llevan tiempo explorando.
El Lobo quizás acabe de probar suerte ahora (la comercialización arrancó en octubre), pero hay empresas especializadas que ya venden panettones para canes, latas de comida húmeda para gatos decoradas con diseños navideños o turrones especiales para mascotas. Lo llamativo es que ahora explore esa línea de negocio uno de los fabricantes de turrón tradicional más populares de España.
¿Cómo lo ha hecho? La idea, recalca López, es que la experiencia de consumo resulte "lo más humana posible". Con ese propósito la empresa ha recurrido a un formato muy reconocible: tabletas de 80 g, precortadas y que pueden comprarse tanto en tiendas para mascotas como en el súper. Antes la empresa ha tenido que pasarse dos años poniendo a punto el producto, entre estudios y formulaciones, junto con veterinarios. También le ha tocado hacer pedagogía en el sector.
Hace poco José Manuel Sirvent, presidente del grupo Confectionary Holding, reconocía que el lanzamiento del turrón pet friendly ha sido una de las decisiones más complicadas que ha tomado a lo largo de su carrera. La otra fue dedicarse a la fabricación de marcas blancas. "No es muy ortodoxo", admite el directivo sobre el nuevo dulce para mascotas. Tan poco convencional es, de hecho, que Sirvent confiesa que la decisión no ha gustado a parte del sector tradicional de Jijona.
¿Tiene sentido? S. Hay dos formas de ver la apuesta de El Lobo. Una es la innovación que está experimentando el sector del turrón, lo que ha llevado a los fabricantes a explorar nuevos sabores y formas de ampliar su mercado con la vista puesta en una clientela más selecta. En los últimos años eso le ha llevado a vender turrones que incorporan ingredientes tan curiosos como la cerveza negra, el plancton, patatas frita, jamón, pino, palomitas o fresas con ginebras.
La apuesta no parece haberles salido mal. Con el encarecimiento del cacao y los huevos como telón de fondo, en los últimos meses los fabricantes han compartido datos que sugieren un aumento de facturación, en línea con el resto del sector.
¿Qué datos? En julio la Asociación Española del Dulce (Produlce) publicó un informe que revela que en 2024 todas las categorías del sector experimentaron un crecimiento en términos de consumo. En su balance concreta que el chocolate y cacao lideran los segmentos (2.106 millones de euros), seguidos por la galletas (1.428 millones), la pastelería y bollería (1.310M€), panificación (954M€), caramelos y chicles (809M€) y turrones y mazapanes (290M€).
A principios de año el sector turronero con denominación de origen (DO) en España, Jijona y Agramunt, revelaba también que su volumen de ventas se había aumentado un 12% en 2023, liderado por Sanchis Mira y Torrons Vicens.
¿Y más allá del sector del turrón? Esa es la otra gran clave. España es cada vez más un país de mascotas (más incluso que de bebés) y eso sitúa al sector de la alimentación y el cuidado de las mascotas en una posición privilegiada. Tanto en nuestro país como en otros. Según la plataforma Grand View Horizon, el mercado global del cuidado de animales domésticos superará en 2030 los 236.100 millones de dólares gracias a una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,1%. Hay quien cree que la suma será mayor gracias a la tendencia de "humanizar" mascotas.
En España la industria dedicada a la alimentación de animales de compañía facturó en 2024 algo más de 2.000 millones de euros, un 5% más que en 2023. El mayor volumen de negocio (alrededor de 790 millones de euros) lo generaron las ventas centradas en los perros, que es precisamente el nicho en el que ha centrado ahora el foco El Lobo para dar salida a sus turrones para mascotas.
Imágenes | Baptist Standaert (Unsplash), DAP, Anfaac y El Lobo
Ver 6 comentarios